Eran días calurosos, no aguantaba más el sol cociendo mi cuerpo.Solo había un sonido que hacia que me quedara. Era el sonido del mar.Espuma centelleante y chisposa queria humedecer mis pies y darme un frescor que causaba escalofrios, más tarde mientras mi cuerpo se mecia en un vaiven de caricias auditivas por sorpresa me alcanzo entero mojando mi toalla y la de algunos bañistas que retrocedian con los objetos personales que podian portar en las manos.No sabia lo que queria decir. Mas tarde descubri que me estaba llamando.
Al cabo de unos meses volvi. El viento soplaba fuerte, habia un ambiente tormentoso. Me quede mirandola, ella cada vez clamaba más impetuosamente. Me lanzaba agua como de lluvia, quizas queriendo que yo sintiera una anticipación del placer que ella me iba a dar. Me quede prendado mirando fijamente solo la pequeña porción que mis ojos permitian ver de su majestuosidad.El día era gris y tan precioso...
Yo ya había sentido como me elevaba, como me llevaba mas y mas adentro haciendo un alarde de egoismo, como acariciaba mi cuerpo, me sumergia por completo en su mundohasta no dejarme ver la orilla.Esos dias de la infancia en los que jugaba conmigo, los queria recuperar.Casi me habia perdido, olvidandome de ella en el interior de la peninsula.
La mar fue para mi como una madre y yo su hijo pródigo.Una noche de verano me empeze a interesar por una hija suya.La Ola. Estabamos ella, tres amigos y yo. No paraba de hacer travesuras.Mientras cantabamos no paraba de echarnos el agua por la cara y venia una y otra vez junto con sus hermanas para que saltaramos sobre ellas. A veces venian tan alto que impactabamos de lleno, como si de una pelea amistosa se tratase.Lo que disfrute esa noche fue único en mi vida.
He tenido muchos momentos buenos con ella, y algunos un tanto intimos que no contare en esta historia, son momentos que fueron relevantes para lo que ha de acontecer.
Me ha invitado a bailar la danza sagrada, desearme suerte.Ya os contare como me ha ido.